Todos
los sistemas de representación, tienen como objetivo representar
sobre una superficie bidimensional, como es una hoja de papel, los
objetos que son tridimensionales en el espacio.
Con este
objetivo, se han ideado a lo largo de la historia diferentes sistemas
de representación. Pero todos ellos cumplen una condición
fundamental, la reversibilidad, es decir, que si bien a partir de un
objeto tridimensional, los diferentes sistemas permiten una
representación bidimensional de dicho objeto, de igual forma, dada
la representación bidimensional, el sistema debe permitir obtener la
posición en el espacio de cada uno de los elementos de dicho objeto.